Desde un principio el desarrollo de proyectos con las familias del barrio de Verdum-Roquetes no hubiera sido posible de llevar a cabo sin la estrecha colaboración de los voluntarios, de aquellas personas anónimas que cautivadas por las situaciones de necesidad o con la inquietud de hacer algo por los demás acompañaban a los primeros grupos de chavales a la calle a los entrenamientos de fútbol o a las salidas organizadas por Manel y Luisa.

Actualmente y puede ser debido a la promoción mediática de la Fundación nos contactan muchos voluntarios, por lo que los recibimos en encuentros mensuales, tratando de ofrecer un espacio donde dar a conocer los diferentes proyectos que se desarrollan durante el año, donde facilitar información a aquellos que, curiosos, quieren saber algo más de la Fundación y también poder intercambiar comentarios, inquietudes de aquellos que les gustaría conocer qué se siente haciendo de voluntario.

Aprovechamos el encuentro para poder explicar cómo el voluntariado no entiende de género ni de edad, y como se trata de una acción pequeña: en ocasiones pensamos que hacer de voluntario implica una gran dedicación, cuando ofreciendo dos horas semanales para realizar refuerzo escolar, por ejemplo, es una pequeña-gran aportación que se traduce en una atención más personalizada a la hora de hacer deberes por las tardes; también venir una tarde a hacer unos trucos de magia provoca sonrisas en los niños recordados durante todo el año.

La acción del voluntario también debe ser de compromiso y con un mínimo de continuidad ya que el trabajo con los niños hace que a menudo esperan nuestra visita de la tarde.

Algunas de las personas que nos contactan deciden venir como voluntarios más adelante, otros muy decididos quieren empezar al día siguiente del encuentro, otros querrían colaborar habitualmente pero viven lejos de Barcelona... Ahora que ya sabéis algo más de este proyecto tan solidario sólo nos falta deciros: ¡sed todos bienvenidos a los encuentros!