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Historias concretas y llenas de esperanza... El voluntariado en la Fundación Pare Manel
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Las personas, el equipo humano, es un pilar fundamental en la acción social y educativa de la Fundación Pare Manel. Su dedicación, solidaridad, gratuidad y su compromiso nos ayuda cada día a trabajar por nuestra infancia y juventud en Verdum-Roquetes.

El voluntariado es, porqué no, una forma de entender la vida. Hacer cosas por otras personas es una manera de pensar y de sentir que todos/as formamos parte del mismo mundo y de la misma realidad. Una realidad que se puede cambiar y que, con nuestra pequeña o gran actuación, construimos la esperanza de un mundo más justo e integrador.

En la Fundación Pare Manel intentamos, a diario, ser constructores y constructoras de esperanza y de cambios. A través del centro abierto, del refuerzo escolar, de las actividades de verano, de la inserción laboral, etc, hay muchas personas que colaboran como voluntarios/as. Cada una de estas personas aporta algo, todas son necesarias y bien recibidas.

Conozcamos una de estas grandes historias de solidaridad. Nuestro amigo Jaume Martí nos cuenta su vivencia como voluntario...

Jaume Martí, voluntario al Refuerzo Escolar desde hace 10 años!
Hola, soy el Jaume y quiero contaros, mi experiencia como voluntario.

Desde hacía muchos años, que lo tenía claro: "el día que deje de trabajar, iré a ayudar al Pare Manuel" No sé con que y como lo puedo hacer, pero conociendo su labor, no tenía ninguna duda.

Cuando estudiaba me quedó grabada una frase de Montaigne: "Il faut se donner aux autres comme soi même" y eso lo tenía que poner más en solfa todavía y, sobre todo, con gente que podía necesitarlo.

Me integre en la Fundación Pare Manel-Grup Muntanyes, poniendo todo mi cariño y mi empuje. Me encontré muy bien aceptado. Y, cuando vi toda esa juventud tan integrada como monitores/as, desarrollando este trabajo, aún me dio más fuerza. Así empecé con el refuerzo escolar y ¡hasta ahora! Como si lo hubiera hecho toda la vida.

Han pasado ya 10 años y parece ayer mismo. Que de buenos ratos he pasado y como me reconforta hoy ver y encontrar aquellos niños y niñas, aun viniendo al esplai, algunos incluso como monitores/as o ayudando en las colonias.

Creedme, si alguna vez tenéis tiempo libre, no os lo penséis, ¡haced de voluntarios! Vale la pena y es muy gratificante.


Jaume Martí